Ella estaba rellena de algodón.
En el “Kinder” medíamos medio metro, por eso nos sentaron juntas, adelante.
Ella tenía el pelo envidiablemente largo, yo casi ni tenía pelo.
No miramos en silencio y desafiantes lo más lejos que pueden estar sentadas dos personas en una mesa.
Yo lancé al aire la mayor congoja que podía pasar por mi mente a los 5 años el primer día de clases:
-Robaron a mi perro… una vez
-La profesora es fea- Respondió-
¡Eso es confianza!
Las dos ya sabíamos leer y escribir, así que mientras el resto miraba a la profesora o se hacía pipí en la silla, nosotras inventábamos otros alfabetos, otras formas de multiplicar… Conquistábamos el mundo y lo devolvíamos todos los recreos.
No sabíamos dibujar… Cuando le pedimos a mi papá que nos enseñara, el nos dijo:
-Hay cosas que no se enseñan… -
Así que decidimos dedicar nuestra vida a la ciencia. Buscábamos la fórmula para crecer y poder pasar algunos puestos más atrás en la clase
Pero peleábamos también… Cuando yo me enojaba, tiraba de la primera hilacha que encontrara en su tela. Una vez tiré de una que asomaba por su tobillo y ella se descoció entera, hasta el brazo. Yo la vi llorar, en un rincón con todo el pelo sobre la cara, mientras recogía su relleno de algodón para volver a cocerse.
Dijimos que siempre seríamos amigas. Ella viviría en la casa del lado, sus trapitos serían amigos de mis pequeños corazoncillos de gomita. Ellos si sabrían dibujar.
Pero siempre algo pasa… Yo crecí… un centímetro, nos cambiaron de asiento… No volvimos a hablar.
Ahora somos grandes chicas.
Nuestros asteroides no colindan, pero dentro de todo su relleno de algodón, hay un trapito que crece y que sabrá dibujar.
Quizás en su primer día de clases, cuando llegue el día más terrible de la vida de ese pequeño, mi amiga le dirá:
Cuando yo tenía tu edad, quería crecer para ser grande.
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3 comentarios:
Ooo, yo nunca fui a kinder. Nunca.
LLegué a 1° básico y me puse a llorar delante de todos. A gritos. Y también sabía leer y escribir y me aburría mucho... Y no entendía nada, no entendía las instrucciones... y no tenía amigas.
En fin. Después fui a la universidad y disque soy cineasta.
jajaja notable comentario Pauli...
Yo si fui a kinder pero no me acuerdo mucho, ni siquiera de si sabia leer o escribir. Una vez me hicieron tocar el triángulo.
Es una tierna historia en todo caso.
yo fui a jardín infantl, de ahí saque los pintos de mi pera, y la corrida de dientes que se mesoltaron al caeme de un aescalera...de kinder tuve mis chalitas de xuxa (eran blancas) y parner q tmb se llamaba Daniela tenía las rosadas...
yo no lloraba ya lo había hecho como a los dos años y tmb me aburría, por eso desde inder hasta 6to básico mis libretas decian:"buena alumna, pero conversa en clases y no está en su asiento", imaginense yo era conversadora!
PD: tmb toque triangulo en mi colegio, era seca.
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